sábado, 4 de enero de 2014

El Papa Francisco abjura de los panetones

El día 30 de diciembre Joaquín Abad escribió un artículo titulado "Temor en el Vaticano", anticipando una conspiración de los sectores radicales más conservadores de la Iglesia Católica para deshacerse del Papa Francisco, por su actitud reformista.


Por causas que no vienen el caso puedo confirmar que podría haber algo de cierto en el rumor y además confirmar que al Papa Francisco no le gusta el Panetone Vaticano: prefiere los churros con chocolate.
Me lo contaba hace poco en una carta que me envió Su Santidad y que decía esto:

Querido Agustín, mi hermano en Cristo:
Voy a confesarte algo, a ti que me sabes escuchar. Mi pecado más mortal es que me gusta, con verdadera locura, el chocolate con churros, y aborrezco el panetone italiano. Pero, al igual que aborrezco todo tipo de panetone, no puedo decir que me vuelvan loco todos los chocolates, ni todos los churros. Vosotros, feligreses, acostumbráis a decir, sin pontificar, eso de "las cosas claras y el chocolate espeso". Pero yo no estoy de acuerdo con esto. Como Padre de la Iglesia, sólo puedo discernir sobre vuestra afirmación, dado que en mi oficio, como cabeza visible de la Iglesia del Pescador, las cosas van mejor si son turbias, poco claras, misteriosas y etéreas. Y, por ello, prefiero que las cosas sean oscuras y el chocolate claro. Básicamente, para poder mojar el churro en el chocolate y que éste empape profundamente el churro. Me gustan los churros argentinos! Ya sé, Agustín, ya sé, que en España hay churros muy buenos también, ¡y las porras! Pero allá, en Argentina, los churros los tomamos con dulce de leche. Y aquí, en Italia, abjurando del panetone, he descubierto los churros con chocolate. Detesto el panetone, esa magdalena gigante rellena de pasas y otras frutas confitadas. Puaj!



Qué me puedes decir, querido hijo de Dios, de ese olorcillo a churrería callejera? Y de ese olor a feria que se mete entre los tejidos de la sotana, de la estola, de la túnica, del bonete,... Ese churro callejero, ese churro golfo, ese churro canallesco, aromatizado con efluvios de sobaquillo de sacristán de parroquia rural, con esos olores secretos, innombrables e imborrables de entrepierna de novicia,...

Siguiendo tu recomendación para mi mayor seguridad, sigo viviendo en el Hotel del Vaticano, alejado de la Curia y mi asistente marbellí, de la tierra de los tejeringos, entra cada mañana en mi habitación enarbolando en una mano la jarrita con el chocolate recién hecho en la chimenea, a brasa lenta, y en la otra, haciendo equilibrios, una bandejita de plata con los churros. Y tras de él, vienen las Hermanas Madrugadoras: Benilde, Emerenciana, Anselma, Leocadia, y otras cuyos nombres no recuerdo, gritando como palomas vaticanas "Arriba, Padre, que se le apodera la molicie!" Y yo, que es cierto que soy un poco perezoso para levantarme, les digo que preferiría desayunar a solas en mi cama. Pero nada, amigo Agustín, nada! Ellas insisten, "Arriba, Padre, arriba!" y me abren el armario y sacan mi ropa de trabajo. Y yo protesto, protesto y protesto, pero de manera inútil, y les grito "Quiero ponerme mi chándal y mis zapatillas!" También es cierto que lo digo por decir, y ellas lo saben, y como lo saben, sin mostrar ningún respeto a mi desnudez papal, y haciendo como que cierra los ojos (pero miran, que yo lo sé), destapan mi cama y me visten empezando por los calzoncillos y siguiendo el resto de las prendas.

"Tienes que vestir de blanco, Francisco", me dicen mientras arreglan mi cada vez mas ralo cabello, al tiempo que me empujan caminando hacia el balcón que mi ayudante, diligente él, ha abierto ya de para en par "es para ventilar, Eminencia", me dice. Y yo salgo al balcón, y allí estáis todos vosotros, mis adorados hijos, con todo vuestro fervor cristiano, católico, apostólico y romano, en una presencia silenciosa y lejana, abarrotando la majestuosa Plaza de San Pedro. Y ya cuando todas vuestras miradas silenciosas y expectantes se dirigen al balcón, yo me acerco al micrófono y, sin emular a Bono, que mis Hermanas no me dejan, os digo unas palabritas en varios idiomas, porque sé que esto os gusta, y me emociona veros felices como a niños. Pero, lo que realmente más os gusta es el apoteósico momento final, cuando con absoluta solemnidad teatral (mucho más solemne y teatral que Bono, aquí sí) y, aspirando el olorcillo intenso del chocolate con churros que aún me espera en mi mesita, levanto mis brazos y os bendigo urbi et orbi. Y ya después, me voy a desayunar, que veros felices y llenos de gloria siempre me ha dado mucha hambre.


Estimado hermano Agustín, espero verte un día por aquí en visita privada a la Capilla Sixtina y así poder contarte algún que otro secretillo que sé que hará las delicias de tu imaginación.

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama.

Francisco

sábado, 27 de julio de 2013

Llega el veranito... ¡Y las vacaciones!

A mí me gusta mucho el verano. Me gustaría más si no hiciese tanto calor en Zaragoza. Pero...
Y me gusta el verano por 2 razones fundamentales:
  1. Las vacaciones
  2. Las claritas con gaseosa o limón
¡Qué tontería! Pero así es. Da un gustazo eso de decir a los compañeros de trabajo "adiós, adiós, hasta la vuelta". ¡Uff!
Los mortales aprovechamos esos días para viajar por afición, y no por obligación; para hacer todo ese ejercicio físico que se nota que no hemos hecho en la cinturilla y los pechotes; empezar ese álbum de fotos electrónico que sabemos al inicio que nunca lo terminamos; quedarnos en Salou, Cambrils o Miami Playa saludando a los zaragozanos de toda la vida y... conocer bellísimas mujeres. 

Lo peor del verano es que el vino, el buen vino, también se va de vacaciones. Y llegan al lugar de veraneo la sangría, el tinto de verano y los blanquitos bien fríos. Y, en los ambientes más norteños y más juveniles, también llega el kalimotxo. 

Y, si se te ocurre la sensual idea de degustar un buen vino tras la cena, te ofrecen, generosa y profusamente, eso sí, los vinos peleones de tapón de rosca o plástico, marca Savin, o un clarete al que, exagerando, llama rosado el camarero. Será que los amores y los tintos de verano se viven y se beben sin pensar en "qué pasará mañana", de forma alegre y desvergonzada, que para eso estamos en verano ¡y de vacaciones!

Pero, ¿regresan alguna vez esos amores de verano?

¡Pues claro que sí! Regresan una y otra vez. Y vuelven. Y no envejecen. Lo he experimentado. De este modo, en el recuerdo, las arrugas no marchitan los ojos verdes de aquella guapa francesa del verano pasado. Tampoco queda ajada la risa de aquella sevillana de hace ya casi 30 años. La memoria es acojonante: olvida, además de a los amores de verano, el mal vino tinto, el mal vino blanco, la sangría y el kalimotxo. Pero lo que no puede olvidar son esas claritas de cerveza, elcrujir de las patatas fritas y el olor de las aceitunillas en los dedos. 
Los vinos fríos se beben y se olvidan. Del verano sólo quedan los gestos, los roces de las manos, algún beso apasionado, la mentira compartida de un "te quiero" con sabor ferroviario,... Y así, los amores de verano se esfuman entre las nieblas del invierno siguiente.

En verano, durante las vacaciones, donde esté una clarita fría, bien tirada, no hay sitio para el tinto de verano. 
La verdad es que esos vinos veraniegos no están tan malos, pero es una manera de venganza contra mí mismo, contra los calores de Zaragoza en julio y agosto, contra la despedida fugaz y, sobre todo, por el dolor profundo de unos ojos verdes que nunca (nunca digas nunca), jamás, olvidaré

domingo, 10 de marzo de 2013

Cuando iba con mi mamá al mercado...

Hace más de 40 años, cuando acompañaba a mi mamá de la mano a la cola de la pescadería, o de la frutería,  o de las legumbres, entre 1965 y 1970, al Mercado Central de Zaragoza, nunca pude llegar a hacerme idea del daño que podía llegar a hacer el mercado.

En aquellos años los puestos ofertaban lo que había,... y mi madre compraba lo que podía pagar. Los puestos eran tristes, sucios, con una mezcla de olores y colores que a mí, no sé por qué, tanto me gustaban, como me disgustaban. Frutas, verduras, encurtidos, carnes, pescados, huevos, pan, bollos, pollos y conejos colgando de los ganchos, las carteas de cerdo,... ¡Hasta huevos de ocas! El mercado tenía aspecto triste, humillado, cansino,... Era ese sitio donde las familias compraban a diario por 2 motivos: 

 El primero, y principal, porque no había dinero para hacer "la compra del mes".

El segundo, pero no por ello menos importante, porque los frigoríficos como los entendemos hoy, no existían. Sí es cierto que había unos modelos que, al cabo de varias horas (habitualmente toda una noche) obraban el milagro de solidificar el agua, pasando ésta de su estado líquido al sólido. No existían los arcones congeladoires, ni los "no-frost", ni eran capaces de conservar en buen estado de congelación los alimentos durante más de un mes.

Prácticamente, los frigoríficos de aquella época eran una especie evolucionada de las fresqueras.

En aquellas neveras de los años 60, que no eran comunes, ni mucho menos, en todas las viviendas, se oreaban (casi mejor que se conservaban) las carnes, los pescados, las frutas, las hortalizas,... Y cada nevera fabricaba su propio micro-clima  en unas era un micro-clima santanderino, en otras un micro-clima más parecido al de Ribadeo, y así cada una de las neveras de la época. Eso sí. conseguían prolongar durante unos días más la corta vida de los alimentos frescos que se compraban. Bueno, ¡a veces no tan frescos! Recuerdo a mi madre oliendo la carne, mirando las agallas del pescado para comprobar que el pescadero era honrado y había cumplido honestamente con su misión de vender sólo el pescado que se había salvado del horror de la podredumbre de sus carnes blancas.



Hoy, ya en el Siglo XXI, ese mercado en blanco y negro se ha llenado de color, de diseño, de frutas lavadas y abrillantadas, de pescado congelado en nitrógeno líquido para que no pierda sus cualidades organolépticas, las carnes son esplendorosas, hay todo tipo de productos ultramarinos,...  ¡Qué belleza, qué juvenil, qué atractivo es ahora el mercado!

Pero, a la vez, ¡Qué cruel! ¡Qué despiadado! El mercado del Siglo XXI sirve los desahucios como el que dispensa pipas de girasol a granel, sin ningún reparo moral.


Aquél mercado de los años 60, triste, humillado, cansino, famélico,... se ha transformado en un animal despiadado, en una transformación adaptada a los tiempos que corren del tigre dientes de sable. Aunque este modelo de tigre no sólo mata, sino que además engulle familias enteras, despedaza hombres, prostituye a las mujeres, enriquece las arcas más infames y canallas de España y humilla a todos los parias de la tierra, aquellos esclavos sin pan, mientras es capaz de defecar, única y exclusivamente dividendos, prebendas y todo tipo de estafas que reparte con largueza entre sus sacristanes, amigos y monaguillos. "Gracias, Don Luis", dicen los colaboradores de la 
gran transformación de mi mercado de los 60 en el mercado de hoy (Rajoy, Cospedal, Acebes, Mayor Oreja, Rato, arenas, Álvarez-Cascos, Palacio, del Castillo, Trillo, Arriola,... ¡hasta Jiménez Losantos!... Y ahora, parece que también nuestra Presidenta Rudi ha cobrado sobresueldos). 
Lo más horrible de esto del mercado del Siglo XXI es que no lo vemos. El Mercado de los 60 estaba ubicado, tenía una dirección, un domicilio, una sede, un edificio. Los mercados del siglo XXI no sabemos dónde habitan. ¿Habitan en Bankia? ¿Tal vez los mercados están "en Bruselas"? ¿Será el mercado Angela Merkel? ¿Alguien sabe lo que piensa este mercado? ¿Tal vez el mercado sea aquello que piensan George Soros, Warren Buffet,  Sheldon Adelson, Carlos Slim y Amancio Ortega? Tampoco hay nadie que parezca saber qué es capaz de aplacar la furia de este mercado, ni la Merkel, ni la Troika, ni Bruselas,... ¡¡¡ni Dios!!! ¿Qué entretiene al mercado? 
Ahora, cuando voy al mercado, a mi Mercado Central en Zaragoza, observo los colores y miro las estanterías repletas de frutas y verduras maravillosamente expuestas, abrillantadas, pulidas, perfectamente ordenadas en sus expositores. Pero...


Pero lo observo todo con stupor. Voy asustado. Ya no voy cogido de la mano protectora de mi mamá. Y me siento vigilado, por miles de cámaras, como en una nueva y enorme edición de Gran Hermano. Veo sus ojos, siento su aliento en mi espalda. Estoy a lo que el mercado disponga de mí. Ya no sé si trabajo para el mercado, o si soy su enemigo más letal. No sé si soy el verdugo de las familias desahuciadas por el mercado, de los hombres desmembrados por el mercado, de las mujeres obligadas a prostituirse por el mercado,... O si, por el contrario, soy otra víctima del mercado. 

¿Hay algún responsable último de este desaguisado? Yo creo que sí. Y sé quién es. 

El último responsable de todo esto es Dios, y por ello Benedicto XVI, en un ejercicio de responsabilidad, ha dimitido. ¡ A ver si cunde el ejemplo, D. Mariano Rajoy Brey!

viernes, 8 de febrero de 2013

Reflexiones de un pediatra curtido: Síndrome del torniquete en el pene. El horrible caso del niño con enuresis nocturna (mojar la cama por la noche)

Reflexiones de un pediatra curtido: Síndrome del torniquete en el pene. El horrible caso del niño con enuresis nocturna (mojar la cama por la noche)


Muy pocos conocen el denominado "síndrome del torniquete" (síndrome de pelo enredado). Es la pérdida parcial o total (amputación) de partes distales del cuerpo con una base estrecha como dedos de pies o manos y pene debido a una falta de irrigación sanguínea producida por un estrangulamiento producido por hilos o cabellos. Lo curioso es que puede ser muy grave pero tanto el diagnóstico,  la solución - si se llega a tiempo- como la prevención son muy sencillas. En la imagen se ve cómo se elimina la causa de la estrangulación.

Se acaba de publicar un caso espeluzante. Un chico casi se amputa el pene ligándoselo con un cordel durante la noche para evitar que se le escapara la orina. Si pulsan aquí verán la imágenes. Llevo muchos años en este tema. Trato a muchos enuréticos y he intentado por todos los medios hacer ver que mojar la cama por noche no es ninguna enfermedad. Sin embargo, el que padece este trastorno lo pasa muy mal y, este chico lo hacía para ocultar su problema a sus padres y a los médicos.

Las imágenes que se pueden ver a continuación son muy impactantes y pueden herir alguna sensibilidad. 

La primera es de un torniquete en un dedo de un pie. Las siguientes son las del pene estrangulado que nos ocupa.

Tanto las imágenes como el texto inicial son del Dr. García Tornel.
Torniquete en dedo por pelo:


Amputación parcial del pene, por no consultar por la enuresis

Constricción del pene,

El pene, 3 semanas después de la reconstrucción

La enuresis puede resolverse modificando ciertos hábitos, como consumir menos líquidos antes de acostarse. En los casos en que no se resuelven de forma espontánea, existen tratamientos médicos cómodos, seguros y eficaces, prescritos por los pediatras.

martes, 29 de enero de 2013

La gula, ese pecado simpático

En una entrada anterior escribía acerca de la lujuria (fornicatio, según la Iglesia primitiva), el primero de los 7 pecados capitales, según San Gregorio Magno allá por los siglos VI y VII, quien ordenó los 8 pecados y los redujo a 7, argumentando que la tristeza, anteriormente un pecado capital, es una forma de pereza. Así que ya sabéis, quien afirma estar triste, peca de pereza y, por tanto ha de ir a confesarse, puesto que morir en pecado capital implica viaje al infierno, ¡seguro!




Pues bien, vamos allá con la gula, el segundo pecado capital, según San Gregorio Magno y el más simpático de los 7. ¿Y por qué es simpático? Pues porque, realmente, es un pecado que nos hace gracia, pese a criticarlo vehementemente cuando descubrimos a un político del Ayuntamiento de Zaragoza (por ejemplo) que cobra más que el Presidente del Gobierno, poniéndose ciego de comer y de beber, habitualmente a costa del erario público. Pero, aunque criticamos duramente al pecado de gula y ebriedad (antes se llamaba gastrimargia para englobar los excesos de bebida y comida) dudo mucho que ni el Obispo Cañizares, ni Rouco condenaran a quemarse en los infiernos a un infeliz comensal que estuviese ahíto y llorando grasa procedente de una fabadita asturiana, un cocidito madrileño o un botillo berciano. ¿A que no?

















Hay personas mayores, de una ciertamente avanzada edad, habituales de los disfrutes de la vida a quienes ya sólo les quedad disfrutar de la comida.
Y también hay jóvenes que, al no poder conectarse en una fría noche invernal a twitter, twenti, facebook, line, whatsapp y otras aplicaciones en busca de unos brazos retozones, se entregan a la gula gastrimárgica como regazo acogedor y último refugio.  Visto todo esto, ¿cómo va a ser la gula un pecado tan capital, tan grave, tan mortal? 
No es la gula un enemigo fácil. ¡Qué va! Si te pilla, no te dejará marchar. Y, si le sonríes una sola vez, te acompañará por toda la eternidad. A veces, por la gula, se llega pronto al estado eterno. Gulosa y golosa no son lo mismo, ni se parecen. De hecho, la gulosa existe en forma de almíbar y es dulce y soluble en agua. Mientras que golosa es Bar Rafaeli y su campaña publicitaria de lencería. Por poner un ejemplo. Con el tiempo conoces a tu gula como a ti mismo: conoces tus manías, tus trucos, tus indirectas,... Hay quien tiene gula madrugadora y empieza ya por la mañana pidiéndote  unas porritas  con chocolate para desayunar ligero  de entrada. 


Se acabaron las tostadas, ni con mantequilla y mermelada, ni con aceite. La primera es snob; la segunda es excesivamente campera.

También está la gula religiosa. Es decir, aquella que te ataca a traición, sin aviso previo, como una mamba negra, a la hora del ángelus (para los no practicantes, el ángelus se reza a mediodía, que es la misma hora en que ves empezar a salir a algunos vetustos médicos de los hospitales "del seguro" hacia sus consultas y centros de gestión privada, porque ya no hay lista de espera, dicen algunos Consejeros de Sanidad). Esa gula religiosa, a eso de las 12 de mediodía te obliga a entrar en una cafetería llena de tapas, fritos de gambas con gabardina, vinagrillos, tostadas, tortillas de chorizo, canapés, bocadillitos y, por supuesto, su cañita de cerveza. 

Y, ya por último, pero no por ello menos peligrosa, tenemos a la gula nocturna.  La gula nocturna es una gula pendona, que te hace carantoñas, 
te coge de la mano, te invita a levantarte del sillón y te lleva a la nevera, a la caja de bombones, a la caja de galletas o a las chocolatinas... Y en esas estamos, la gula pidiendo, yo resistiendo, tratando de convencerla que quiero que nuestra relación sea más duradera y que, de seguir así, pronto la voy a dejar viuda a la pobre gula. 
Ya lo dice el refranero español: la gula y la concupiscencia, matan más que la abstinencia; o la templanza menos mata que la gula y la tomata; o más mató la gula que la espada; o quien cena carne asada, tiene su fosa preparada; o de las grandes cenas están las sepulturas llenas.

En esto, y sólo en esto, me identifico más con los británicos, ya que ellos afirman que "el comer bien es hermano del beber bien".

Es curioso que digan esto los ingleses, cuya cocina no es, precisamente, conocida por su popularidad entre los ciudadanos del mundo. Pero lo que sí es conocido, gracias al Duque de Argyll, es el gusto de la Reina Isabel II de Inglaterra por la bebida de alta graduación. Y allí está la Reina, tan pita a sus casi 87 años, gracias a la buena bebida que, como buena inglesa, tendrá hermanada a la buena comida. 


La buena comida va unida a los buenos deseos.

Deseo veros pronto por aquí.





sábado, 26 de enero de 2013

Estoy harto de la novia del Mundo!

Pues sí, es cierto, ¡estoy harto de la novia del Mundo!
Mientras me gustan las novias de Alonso, Dasha Kapustina, la novia de Europa, Claudia Ciardione, e incluso la novia de América, Julia Roberts, ¡no soporto más seguir hablando de la novia del Mundo!
 ¡Basta ya! ¿Es que no nos va a dejar levantar cabeza? Además, la novia del Mundo ni siquiera sabe idiomas, pero ya es casi como de la familia. Ni un sólo día pasa sin que aparezca, aunque sea un momento, en la pequeña pantalla, o en alguna página de los periódicos. (Yo creo que así se alimenta, la muy asquerosa). Ya nadie te pregunta "¿qué tal la familia? ¿y tus hermanos?". No. Ahora te preguntan "¿qué tal esa crisis? ¿sigues trabajando?"
¡Vamos, Economía! Empieza a crecer de nuevo, no creas que tienes ninguna gracia, ni que nos vas a hacer perder la esperanza. Deja ya de apoyar a los poderosos, a esos que invierten poca riqueza y son los principales responsables  de esta situación. Porque no somos nosotros, aquellos a los que ahora se nos señala "porque nos hemos endeudado gastando más de lo que podían
nuestras posibilidades.  ¿Acaso he sido yo el que ha cons- 
truido más kilómetros de Alta Velocidad de los que puedo
digerir? ¿O más aeropuertos que gaviotas vuelan por el cielo? ¿O generado más posiciones políticas que sufridos contribuyentes? ¿O inventado el Plan de comarcas?
Esa novia del Mundo, ¡Crisis políticoeconómica!

La Ley, no el hombre, es quien debe gobernar.


Porque casos en España, donde gobierna el hombre, pero no la Ley, los hay a patadas: Gürtel con Luis Bárcenas, cuentas millonarias en Suiza y el PP en el Gobierno, Palma Arena-Noos y de nuevo el PP junto a Urdangarín, el Caso Campeón y el PSOE con Ministro incluido, los EREs falsos, Mercasevilla y el PSOE Andaluz, los trajes de Camps y el PP, el caso Brugal y el PP, los casos Minuta y Malaya con el GIL y la farándula en forma de Pantoja, la Fundación Ideas con Carlos Mulas y el PSOE, el caso Palau de la Música y CDC, el caso ITV con la familia del ¿honorable? Pujol al completo, la Operación Pokemon en Galicia, y el menos conocido Caso Cooperación con el PP Valenciano.

Y es que, en España, nunca te acostarás sin ver una corrupción más

 
No sé si las corruptelas y las crisis que provocan éstas van ligadas a los deseos. Pero yo deseo veros pronto por aquí.

domingo, 20 de enero de 2013

Los astros en 2013. Un poco de todo, como en botica...

Por fin tenemos un año 2013 que, además de una rima divertida, despierta grandes expectativas (no económicas, que para estas mentiras ya están otros) sino astronómicas.

Y es que 2013 es un año cargado de fenómenos astronómicos visibles desde España, muchos de ellos con unos simples prismáticos: un asteroide que rozará nuestra atmósfera (y dicen que no chocará con la Tierra), 4 eclipses visibles y un par de cometas, también visibles sin necesidad de telescopios. ¿Es, o no es, un buen año para "estar en la Luna"?




En orden cronológico, ya nos hemos perdido una lluvia de 120 meteoros/hora el 4 de enero. Pero habrá más.



En febrero, el día 15,


seguro que en Tele5 nos ponen Armagedon de nuevo, ya que ese día se acerca a la Tierra el asteroide 2012DA14, que mide la friolera de 45 kms de diámetro. ¿Te imaginas todo el arco de la M40 en Madrid? Pues aún es más grande. Y pasará a tan sólo 20.000 kms de la superficie terrestre (palmico más,  palmico menos). Es decir, ¡más cerca que los satélites geoestacionarios! Acojona , ¿eh? Será visible con prismáticos, al anochecer, atravesando el área visible en pocas horas.

Ya en marzo, 

a partir de la segunda semana, y hasta final de mes, podremos ver al cometa PANSTARRS, que puede que sea uno de los objetos más brillantes sobre el cielo en esos días, justo sobre el horizonte Oeste, con su cola apuntando en dirección contraria al sol.

Así le ponían los salmones a Franco, ¿eh? Si sales a buscarlo y no lo ves es porque eres un zote integral.

Y pocos días después, en abril, 

se podrá ver otro cometa, el LEMON, que empezará a ser visible al alba. Este va a ser peor de ver, por el madrugón que comporta de un lado, y porque necesitaremos prismáticos de los de verdad, de los que venden en los chinos por 1 € casi mejor que no. Este cometa estará al límite de la visibilidad a simple vista.

Ese mismo mes, el día 25 de abril, lunes podremos ver un eclipse parcial

de Luna a primera hora de la noche.

Y 10 días después, el 6 de mayo, con la Luna en fase nueva (es decir, que

no se ve la Luna), habrá otra lluvia de meteoros de una intensidad de 70 meteoros/hora. Y la Luna, al no verse, no molestará su visibilidad. Además, en mayo ya hacen noches más apacibles y ¿quién sabe? una cosa lleva a la otra...

En agosto, el día 13, y con la Luna en fase creciente (molesta, pero poco)

otra lluvia de meteoros (100/hora). Mejor tiempo, morenitos, más larga la noche, vacaciones,...

El 3 de noviembre, domingo, un eclipse total de Sol, aunque desde España

sólo se verá parcialmente. Aproximadamente un 40% de parcialidad.

Y a finales de noviembre la "estrella" del año: el cometa ISONC2012S1


visible espectacularmente de madrugada, y que podrá ser tan brillante como la Luna llena. Lo malo es que su cercanía al Sol nos dificultará su observación los días de máximo brillo. Será visible a simple vista durante semanas, de madrugada, desde mediados de noviembre, hasta final de año. Es probable que, al pasar tan cerca del Sol ("sólo" a un par de millones de kms), el cometa ISCONC no sobreviva al encuentro.

Y, ya por último, y como despedida del año, otra lluvia de meteoritos en 

diciembre, el día 14, aunque esta vez con Luna llena, lo que dificultará su visibilidad, hace más frío y ya, pues qué quieres que te diga, ya no es lo mismo.

Los astros, la astronomía y esa seudociencia de la astrología van ligados a los deseos, deseo veros pronto por aquí